Guitarras

Construyo las guitarras de una en una, yo solo, de principio a fin, dedicando a cada proceso y a cada detalle todo el tiempo que se merecen. Siempre con los mejores materiales posibles. El acabado también es obra mía, aplicando goma laca a muñequilla en toda la guitarra.

Guitarra y músico se tienen que fundir en uno solo. Si no, no hay expresividad. Para que esto pase, un instrumento tiene que estar lleno de vida, de sensibilidad. Y para construir guitarras llenas de vida, lo tienes que hacer con toda tu alma.

Comodidad, sensibilidad, color, matiz, dinámica y precisión son los argumentos troncales que condicionan mi manera de construir instrumentos. Características sin las cuales, una guitarra deja de sonar a guitarra. La riqueza tímbrica es su mejor patrimonio delante del resto de instrumentos, por lo que mis guitarras buscan siempre ofrecer la paleta de colores tímbricos más amplia posible. Todas estas virtudes son las que permitirán al músico expresar toda la sensibilidad que tiene dentro. La música es emoción, por lo tanto el instrumento tiene que ser emocionante.

Uso los mejores materiales con el mejor cuidado posible. El resultado es el de unos instrumentos con un sonido muy particular, con mucha personalidad, modelado por el carácter de mis propias manos. Las guitarras tienen, en esencia, las características fundamentales de mis dos maestros: pasión por el detalle, y obsesión por el sonido. Esto, sumado a mi personalidad y actitud frente a este oficio, dan como resultado una calidad tímbrica muy personal.

A partir de todo lo mencionado, ofrezco dos modelos distintos: la guitarra Tradicional, y el Proyecto_AIRE.

Ambos dentro de la categoría de guitarra de concierto.

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